Cómo bajar costos y mejorar el servicio, según Ricardo Plant
Invertir
con inteligencia y creatividad significa ocuparse del cliente,
brindarle un buen servicio.
Tinto |
Atención personalizada
Nebbiolo: Vision Gourmet |
Este
factor depende principalmente de la actitud del dueño y de los
directores. Si consideran que el trato y el servicio son esenciales y
ven al cliente como una persona, lo podrán transmitir a cada
empleado y la gestión será un éxito. Es como un efecto dominó. En
cambio, si para el dueño su cliente es sólo sinónimo de dinero,
seguramente habrá posibilidad de fracaso.
Mejorar los precios
Por
ejemplo, los vinos históricamente se vendían en una proporción de
tres a uno. Hoy, en algunos restaurantes se sigue utilizando ese
parámetro. Pero la realidad es otra y el consumidor sabe cuánto
cuesta ese vino en el supermercado. Es mejor que el cliente tenga
ganas de pedir dos botellas en vez de ninguna.
El ambiente o la atmósfera
Bis a Bis Café |
Para
los americanos los tres factores más importantes para el éxito de
un restaurante son la ubicación, la ubicación y la ubicación. Pero
si bien este factor es fundamental, hay lugares muy bien ubicados que
se funden. Y hay otros situados en zonas de concentración de
restaurantes que están llenos mientras que su competencia no. El
éxito depende de una sumatoria de factores. Además de la ubicación
incide, por ejemplo, el ambiente. No es lo mismo cenar en un lugar
frío o sombrío que en un ambiente cálido y con aire acondicionado.
Muchos dueños de restaurantes aun no tienen en cuenta la acústica,
y el cliente no quiere ir a comer a un lugar donde tiene que gritar,
a menos que elija un lugar con música fuerte. El factor ambientación
no sólo afecta al cliente sino también a los empleados; el estado
de ánimo se ve y se percibe.
El cliente olvidado
Los
restaurantes pierden el 30% de la facturación porque los camareros
no están atentos. Es muy importante capacitar al personal, desde el
punto de vista grupal, es decir, quitarles el individualismo. El
camarero debe estar atento a todos los clientes. La propuesta al
lector es que observe a los clientes y camareros de la Munich de la
Recoleta. Podrá notar que los mozos tienen distintas velocidades de
atención en una misma plaza, porque conocen tanto de comensales, que
se dan cuenta quién va al cine o al teatro, quién está apurado o
cuándo se trata de la primera cita de una pareja, o si la mesa viene
para ser atendida con parsimonia. Este saber del oficio incide
favorablemente en la facturación del restaurante.
El personal
La Cava del Hotel Alvear |
Para
reducir costos, hay que tener capacidad para elegir el personal. Son
importantes tanto los camareros des salón y los cocineros como el
encargado de compras o de recepcionar los insumos de un restaurante.
Este último, por ejemplo, debe saber si todo que recibe está en
condiciones, más allá de que el proveedor sea de confianza. El
personal debe trabajar en equipo. Los camareros, por ejemplo, deben
saber cómo están condimentados los platos.
La comida
Nebbiolo |
La carta debe ser correcta. Tanto el plato principal como la entrada,
el postre y/o el café. Todos los productos deben ser de excelencia,
porque si no todo el esfuerzo del equipo – cocina, cocineros,
proveedores, productos – es arruinado por un detalle. Es cierto que
el público de Buenos Aires rara vez devuelve un plato o un café.
Pero este conformismo silencioso no es tal: se despide con una
sonrisa y no vuelve nunca más.
La Carta
Hay distintas posibilidades de armar una Carta, y esto tiene estrecha
relación con los precios y la satisfacción del cliente a la hora de
evaluar la relación entre lo que comió y lo que gastó. Se puede
ofrecer un menú abierto... tapas, picdas, etc., o una Carta cerrada
con entrada,
principal
y postre, un menú fijo o precio fijo y tenedor libre. No sólo es
importante el menú, sino también su diseño. Este debe ser
absolutamente armonioso con el lugar. No debe ser una lista de
precios. Conviene que sea ordenado para la elección de comidas y tan
tentador con su propuesta que deje al cliente con ganas de concurrir
en varias oportunidades para probar otro platos.
Cambiar los hábitos y ser creativos
En el mercado de la gastronomía y hotelería, deberían incluirse
más profesionales especializados en cada aspecto particular. Y es
necesario modificar algunas actitudes. Hoy es imprescindible prestar
atención a cada detalle: mejorar la Carta, el menú su presentación,
la acústica, la higiene, la atención al cliente... Hoy el público
tiene mucha información, conoce los suplementos en los diarios,
tiene acceso a canales de cable... Además, hay mucha competencia,
mucha oferta y pocos clientes. En este contexto surge la palabra
creatividad y la actitud de implementar ideas novedosas. Esta
estrategia, acompañada de un buen servicio, es siempre sinónimo de
éxito.
Ser genuino
Clásica y Moderna |
Muchas
veces, los dueños de restaurantes, especialmente en las provincias,
imitan a los locales porteños o a las grandes cadenas
internacionales que se han instalado en la Argentina: su fachada, la
decoración, y hasta en algunos casos, la exigencia al personal de
hablar sin tonada – cuando lo más lindo que tienen las provincias
es su gente y sus tradiciones.
La sensación
El
mercado está pidiendo un poco más de afecto, más atención. La
empresa debe hacer que su cliente se sienta como un rey. Es necesario
solucionarle todos los problemas e inquietudes. Si se tienen en
cuenta estos factores, ganan la sensación y el aspecto
espiritual.
Ginger |
Todas
estas variables colaboran en la difícil tarea de brindar un buen
servicio, atraer nuevos clientes, facturar más y bajar los costos. Y
en cada una de ellas, la sensación, lo genuino, la excelente
atención deben estar presentes. Cuando un restaurante tiene su ángel
propio, el cliente lo recuerda y lo recomienda.
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