3 ene 2010

El color como herramienta de facturacion para mi restaurante

El éxito del color


Para crear la imagen de un espacio –que será disfrutado por quien perciba (aunque no se dé cuenta) lo que sucede– se deben conocer las reglas que rigen las formas, el color y la luz.
Conocer estas reglas permitirá emplearlas, aplicarlas y hasta transgredirlas –si fuere necesario–. Este es uno de los secretos para lograr que un emprendimiento sea elegido, buscado y disfrutado y que, por lo tanto, resulte siendo un éxito comercial.
Pero es preciso que a estas reglas –que son independientes– se las sepa emplear juntas.


Pocos gastronómicos permiten que se los asesore en materia de imagen; la mayoría aplica la ley del apilamiento: eso es cambiar o agregar sin conocer las reglas de la armonía, entonces… apilan.
Es condición natural del hombre percibir el todo, aunque para comprender el todo muchas veces es necesario ir por partes.
Y el resultado final también debe ser concebido como un todo, si no, sucede eso que notamos en muchos establecimientos: fueron concebidos colocando “partes”, sin ninguna armonía y sin ajustarse a ninguna regla del arte.
Si se decide modificar el color de un ambiente deberán observarse muy bien las otras reglas existentes (si es que ya están) para prever cómo juegan en el ambiente. No es cuestión de ir a la pinturería y elegir del muestrario un color –que a veces recomienda el vendedor– sino conocer e imaginar el resultado final de lo que se necesita lograr.


El color en la arquitectura interior y su influencia en la facturación de un negocio


No es habitual que la gente se detenga a analizar qué es lo que le atrae y atrapa de un lugar. Algo la motiva y simplemente lo elige.


No siempre sabe por qué, y si cree saberlo no siempre ésa es realmente la causa… Existen lugares con llamadores inconscientes que hacen al éxito de un lugar.


El conocer las reglas del color desde hace muchos años me ha hecho perder el miedo de usarlo. El color se va apreciando y descubriendo a medida que alguien nos lleva de la mano y nos hace verlo de una manera distinta a la habitual. Si tomamos una manzana, lo más probable es que digamos que es roja, lo que no miramos es que son muchísimos los rojos de una manzana, tantos como la luz nos permita ver…


Esos diferentes rojos se llaman matices. Ahora que sabemos qué son los matices, comenzaremos a distinguirlos (es como todo: un poco de observación, un poco de ganas y el mundo se ve de otra manera).


Cuando uno desea pintar una habitación de un color, jamás tiene en cuenta la incidencia de la luz –tanto natural como artificial–, que es la que nos da paredes de distintos matices (a veces es tanta la diferencia que parecerá otro color); para eso existen formas de emparejar la paleta.


La luz de color es otro mundo aparte, también interesante de aprender a ver.


En un escenario, cuando un actor está iluminado con una luz roja, su sombra se verá verde. Los colores complementarios asoman siempre como sombras en las cortinas, las paredes y los cielos rasos.


Cuando uno se detiene y comienza a incorporar esta forma de mirar, el mundo se ve diferente; las obras y el teatro, también.


Esa característica es la que me permite proponer con soltura y sin ninguna restricción inconsciente policromías para mis proyectos. El color no es pintura líquida ni está sólo en las paredes. La iluminación también es un juego de colores, los platos, los manteles, la gente, las flores, todo se debe considerar en un espacio.
Hace años que experimento el uso del color en la arquitectura con resultados positivos, teniendo que acompañar a cada cliente a atravesar el camino de lo nuevo… de lo riesgoso. Es habitual que este camino esté lleno de miedos y dudas que se van despejando sólo con el final de cada obra, nunca antes.
Pero los resultados están a la vista.


Un ejemplo: la nueva propuesta de colores para el restaurante Barolo, que fue concretada con los clásicos temores del dueño, quien hubo de sufrir el proceso de ejecución (pero la recompensa llegó pronto, el cambio significó rápidamente un aumento de la facturación).
Primero apareció un verde intenso que fue tiñendo todas las paredes del restaurante (lo que fue siendo digerido muy lentamente por mi cliente –pero muy lentamente– con momentos de arrepentimiento para los que siempre repito una expresión: “Déjame terminar, si no te parece lo pintás de cremita y chau”.


Luego entró el borravino para el frente del negocio (otra vez el sufrimiento). Bueno, estoy acostumbrado: hace más de cuarenta años que me sucede y siempre el final es de película de Hollywood de los 50: todos muy contentos y felices.


El público aceptó rápidamente este nuevo espacio que ahora se condecía con su comida. Originalmente ese lugar era muy monocromático, colores sienas lejos. No había compromiso, simplemente no estaba jugado como sí lo estaba su comida.


Es notable cómo se desequilibran ciertos emprendimientos por los prejuicios o por los miedos. Teniendo, muchas veces, riesgosas propuestas gastronómicas y formales propuestas espaciales, se duermen, se apagan.


Otro ejemplo: la parrilla Ravello, donde, con sólo modificar –sabiendo qué y cómo– el color se obtuvo un impacto que influyó rápidamente en la facturación del local.


Tercer caso: Dolce Caffé


Una monocromía de naranjas saturados ha marcado la identificación de esa marca.


El primer local lo realizamos en el shopping Alto Avellaneda, donde comenzamos a desarrollar la nueva imagen de Dolce.


Tuve oportunidad de terminar de realizar el segundo local de Dolce, donde aplicamos el color, la iluminación y el lay out como notas que armonizan el espacio.


Esta nota no es para los escépticos, considerando que generalmente en mi país todo se minimiza, como desvalorizando los actos simples (como modificar el color de un espacio).


Qué difícil de explicar (y difícil de entender) es que los cambios, cuando están bien elegidos, modifican la energía de un lugar, o sea “la onda”. Para estos actos hace falta creatividad y experiencia por un lado, y confianza en el creativo por el otro.


El resultado es más facturación.






Ricardo Plant

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